Ibero Gutierrez. Vuelvo Otra vez

Vuelvo otra vez                                            
reanudo el paso                                            
aprieto el tiempo que no cede
ante la fugacidad de todo esto
Yo lo sé también y digo,
echarán sobre mi túnica suertes
y se las disputarán
Mi foto quedará mohína
mi foto quedará amarilla sobre el césped.
mis letras en un bronce, entre cipreses.

Ibero Gutiérrez nació en primavera el 23 de setiembre de 1949 en el Sanatorio del doctor Manuel Rodríguez de Avenida Garibaldi 2644 en Montevideo. El 28 de febrero de 1972 su cuerpo sin vida fue hallado debajo de un árbol cerca de Camino de Las Tropas y Camino Melilla, en Paso de la Arena, con varias heridas de bala. A su lado un papel manuscrito, firmado por C.C.T. (Comando Caza Tupamaros) se adjudicaba el asesinato.
Ibero tuvo 22 años.
Su tiempo fue el tiempo del derrumbe de Uruguay, que algunos llamaban la Suiza de América, a sumergirse en el terrorismo de Estado común en todo el Cono Sur.
La familia vivía en la calle Hernani 1541 casi Avenida Rivera, en Punta Gorda. Su padre, Ibero Gutiérrez Couret, era empleado del BROU y profesor de Literatura en secundaria. Su madre, Sara González Methol, era ama de casa. Su hermana, Sara Gutiérrez González, era dos años menor que su hermano.


Ibero fue bautizado en la Iglesia de La Aguada, fue a la Escuela Pública N° 81 Mahatma Gandhi, y cursó Secundaria en el Liceo N° 3 Dámaso Antonio Larrañaga. En marzo de 1967 ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, y fue elegido delegado ante la FEUU. En 1968 fue detenido en una manifestación y recluido por Medidas Prontas de Seguridad en el Cuartel de Artillería N° 5. En diciembre de 1968 viajó a Cuba al ganar un concurso en Radio Habana. Retornó a Montevideo en marzo de 1969. El 21 de junio fue acusado de participar en un intento de atentado contra la Residencia Presidencial de Suárez y Reyes, por lo que vivió oculto hasta diciembre cuando se lo vinculó al asalto del Banco Francés e Italiano de Montevideo, realizado por los tupamaros. Reunido con su familia y con asesoramiento profesional, se presentó ante la justicia que lo procesó por el delito de “Asociación para delinquir” por el atentado a la Residencia Presidencial. El 6 de enero de 1970 fue encarcelado en el Penal de Punta Carretas, y luego de tres meses de reclusión fue liberado. Ingresó a la Facultad de Humanidades y Ciencias en los cursos de Filosofía y Psicología, siendo elegido para integrar la delegación estudiantil en el Consejo de la Facultad. El 24 de setiembre de 1971 se casa con Olga Martínez Beauxis, que también era estudiante de Humanidades.


Si he de morir luchando prefiero morir luchando pero entre montes y helechos…

Ibero vivió una época de emergencia e insurgencia de movimientos juveniles a escala planetaria.
Fue un luchador contra la injusticia estructural de la sociedad capitalista, y por la liberación de las y los oprimidos, con quienes estuvo. Por lo mismo pensó políticamente, como solo lo hacen quienes están en condiciones desventajosas que quieren cambiar.

Soy un ser político, piedra de fuego caja de Pandora.
Claros en los bosques
Nubes de fuego en que se queman sus telas de cebolla.
Soy una cebolla.
No: algo peor.


Para esa generación la política se manifestaba en la calle, en el espacio público, en el ámbito colectivo. La política era una cosa cotidiana que se vivía como una movilización continua integrada a todo, pues muchos sintieron que se estaba viviendo una época de cambio, y el sentido de la vida fue la revolución de todo un mundo que era necesario transformar.


y  nuestros ojos    verán    un mundo nuevo    sin lobos    ni etiquetas    ni jabones

Ibero fue un creador; un poeta, dibujante y pintor.
La revolución escapa al lenguaje, pero al mismo tiempo es necesaria. ¿Cómo salir del marco ontológico? Hay que someter toda nuestra forma de pensar a un desmontaje, pues el tren de la historia es inexorable y avanza siempre hacia lo mismo.
…la realidad es un concepto social en cierto sentido y por eso un concepto conservador y reaccionario. La realidad es un concepto reaccionario…(Impronta 70).
Con esta frase Ibero se toca con Benjamin y llega hasta Descartes: Ahora que mi espíritu está libre de toda urgencia…me aplicaré en destruir todo lo que aprendí hasta ahora.
El asunto para Ibero es ese cierto sentido que impregna todo desde el lenguaje.
La posibilidad es crear otro sentido desde el arte, para aprehender la humanidad en su conjunto, realizando un papel desmitificador y revolucionario. Pero no desde una existencia autónoma de la obra de arte, sino de la interacción de la obra y la humanidad.
Para Ibero ese otro sentido es singular-universal. Desde su ser montevideano, este muchacho de Punta Gorda integra todo lo que está a su alcance, desde la pintura clásica hasta la nueva figuración. La música de los Beatles y el jazz, el cine y el teatro independiente. El surrealismo, el Pop Art, el Op Art, el Plac Art. El existencialismo, el marxismo, el teatro del absurdo, Chaplin, Bergman, Schomberg, Teatro Circular, Teatro El Galpón, Peloduro, Ibsen, Cristo.

Compartir