Desobediencia de vida

Analia Kalinek, coautora y militante de Historias Desobedientes Argentina, Irma Gutiérrez, Historias Desobedientes Uruguay, Pepe Rovano, Historias Desobedientes Chile. Viernes 28 de Julio 17 hs. Museo de la Memoria - Av. Instrucciones 1057

Verónica Estay Stange (ed. y comp.), Desobediencia De Vida, Buenos Aires, Chirimbote, 2022.


Este libro, el tercero publicado por nuestro colectivo, prolonga los anteriores, y al mismo tiempo se distingue de ellos. Los prolonga, porque se trata siempre de profundizar en las implicaciones personales y políticas del legado más mortífero con el que cualquier persona puede cargar: el crimen de lesa humanidad. Pero su particularidad reside en el hecho de que no intenta ya llevar a cabo un acto fundacional, y por lo tanto revela no solo lo que los desobedientes hemos decidido ser, sino también lo que éramos, lo que hemos sido y lo que somos, “más acá” y “más allá” de nuestra nueva afiliación.

¿Qué hay “más acá” de la desobediencia?

Hay relatos extraños, exploraciones inconcebibles donde cada uno intenta ponerse en el lugar del otro, de los otros, de los dolorosamente otros –las víctimas, los exiliados, los torturados, los torturadores incluso–, perdiéndose u olvidándose a sí mismo frente a esa experiencia ajena, frente a esa otredad que también nos constituye y en la cual hemos debido fundirnos para encontrarnos luego: “me llamo Nadie”, título de la primera parte de este libro.

Hay también una íntima búsqueda, sin bandera aún y sin consignas; una exploración a ciegas en la propia historia, al cabo de la cual, habiendo cavado en lo más hondo, se logra acceder al “manantial de la voz”, título de la segunda parte.

¿Qué hay “más allá” de la desobediencia?

Hay la rabia, el coraje, la revuelta. Hay una conciencia, a veces clara y a veces confusa, del deber y del poder colectivos. El sentimiento, casi visceral, de una hermandad, de una sororidad tan potente y al mismo tiempo tan frágil que uno no sabe cómo sostenerla. Y la intuición de algo que nos transciende: “me llamo Todxs”, título de la tercera parte.

Prolongando pues los libros anteriores y distinguiéndose de ellos, este volumen sella el paso de la obediencia debida a la desobediencia de vida. “Obediencia debida” esgrimida como argumento por nuestros familiares para justificar sus crímenes. “Desobediencia de vida” que cada uno de nosotros asume día a día para decir con cuerpo y alma, frente a otros y frente a ustedes, sus futuros lectores y lectoras, simplemente: “yo”.

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