"NIBIA SABALSAGARAY. Al pie de la parva"

Biblioteca JOSÉ E. RODO.

"Todos precisan un futuro para tener un pasado"

Exposición institucional del Museo de la Memoria

Nacida en Colonia Suiza, Nibia Sabalsagaray tenía 24 años. Provenía de un hogar proletario. Su padre, obrero textil fue uno de los tantos trabajadores despedidos de la fábrica Campomar de Juan Lacaze, luego de la huelga general contra el golpe de Estado. Niña aún, pierde a su madre al nacer su hermana menor y ella y sus hermanos son criados por su abuela. Luego vendrá la decisión de estudiar, la constancia, las privaciones, Montevideo, el Instituto de Profesores Artigas – IPA.

Fue en el IPA donde encontró a sus compañeros, iniciando su militancia estudiantil. Con toda su sencillez y frescura elige el camino de la lucha. Se hace comunista. Es dirigente del Centro de Estudiantes del IPA – CEIPA. Luego Secretaria de Finanzas del Sector Universitario de la Unión de Juventudes Comunistas – UJC. Se gana el cariño y el respeto de todos, incluso de quienes discrepaban con sus ideas. En el año 1974 culmina su carrera y se recibe como Profesora de Literatura con sobresalientes calificaciones. El 10 de setiembre cumplía 25 años. En octubre se casaba. Todos quienes la conocieron concuerdan en definirla por un rasgo: su alegría. Por eso tanto le corresponde la conocida frase de Julios Fucik, quien fuera asesinado por los nazis: “He vivido por la alegría, por la alegría he ido al combate y por ella muero. Que la tristeza jamás se una a mi nombre”.

El 29 de junio de 1974, a la una de la madrugada, tres uniformados militares y dos hombres vestidos de civil se introdujeron en su habitación del “Hogar de Hijos de Obreros de Campomar” de Montevideo, retirándose con ella a la hora 3. Nibia fue trasladada al Cuartel de Casavalle y Petrarca (5° de Ingenieros y Servicio de Transmisiones) cuyo Jefe era el Teniente Coronel Chialanza. El Oficial de Inteligencia Militar de la Unidad, Capitán Mario Roberto Segnini Sena fue el responsable de su detención e interrogatorio. Diez horas después avisaron telefónicamente, al hogar y a sus familiares de Colonia Suiza que nada sabían de la detención, que “se debe retirar el cadáver de Nibia Sabalsagaray, depositado en el Hospital Militar”. Allí acudieron unos tíos de Nibia a quienes se expresó que la joven había llegado ya sin vida al Hospital. El Certificado de defunción atribuyó la muerte a “suicidio por ahorcamiento”. La autopsia le había sido hecha por el Dr. José A. Mautone.

Sus familiares no lograron autorización para efectuar una segunda autopsia, aunque un examen médico evidenció que no había signo alguno de ahorcamiento, pero si marcas en el cuello producidas por una capucha. Trabajadores, estudiantes y vecinos llevaron sobre sus hombros el ataúd, cantando el Himno Nacional, al realizarse el sepelio el domingo 30 de junio. El lunes 1° de julio en casi todas las Facultades hubo paro total y numerosas movilizaciones. El repudio conmovió a todo el país. Las Fuerzas Conjuntas guardaron un silencio cómplice. Los responsables no recibieron castigo alguno. Tiempo después familiares y amigos colocaron en su tumba una placa con la inscripción “Muerta heroicamente en lucha por la justicia social”. La placa fue autorizada, sin embargo al poco tiempo la policía de Colonia arrancó la placa, detuvo a dos tíos de Nibia junto a otros vecinos, los interrogó y remitió al Cilindro Municipal.

Nibia dejó cuentos y recuerdos escritos. Son borradores que manifiestan la intención de expresarse a través de sus más preciadas vivencias. De ellos Nibia guardaba un íntimo orgullo, considerándolos seguramente los primeros pasos de una fuerte voluntad de relación con la gente. Para nosotros estos escritos tienen el valor de su autenticidad, de su frescura, y completan la imagen de Nibia. Muestran cómo veía y sentía ella misma, y por eso constituyen un querido y preciado documento. Uno de los cuentos está escrito en dos hojas de las utilizadas en los liceos uruguayos. Los otros cuentos están en un cuaderno manuscrito.

En esta exposición reunimos fotografías de Nibia, su familia y amigos, y sus escritos originales. También documentos de diversos homenajes realizados a Nibia, los primeros de ellos aún en dictadura. Tomamos el nombre de la exposición de un pasaje de un cuento de Nibia titulado “La siesta, las casas viejas y las parvas” donde ella resume y expresa la alegría de vivir de una muchacha de una pequeña ciudad en medio del campo, donde en las parvas de paja de trigo se acumula la mies para trillarla y separar el grano en el tiempo de la cosecha. Son construcciones que se logran por el entrelazamiento de miles de tallos dorados.

“NIBIA SABALSAGARAY. Al pie de la parva” se podo visitar hasta el martes 08 de julio de 2014, en la biblioteca JOSE E. RODÓ de Juan Lacaze.

Actualmente se encuentra en el Instituto de Profesores Artigas – IPA, Montevideo, desde el miércoles 23 de julio.

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